miércoles, 22 de junio de 2011

LA NIÑA INTELIGENTE


Te vas a sorprender!!! Si un niño puede entender esto, ¿por qué nosotros no?
Un día, una niña de 6 años estaba en su salón de clases. La maestra iba a explicar la evolución a los niños. Entonces le preguntó a un niño:
MAESTRA: Tommy, ¿ves ese árbol allá fuera?
TOMMY: Si.
MAESTRA: Tommy, ¿ves la grama afuera?
TOMMY: Si
MAESTRA: Ve afuera, mira hacia arriba y dime si puedes ver el cielo.
TOMMY: Muy bien (Volvió al cabo de unos minutos). Si, vi el cielo.
MAESTRA: ¿Viste a Dios?
TOMMY: No.
MAESTRA: Ese es mi punto. No podemos ver a Dios porque no está ahí. Él no existe.
Una pequeña niña pidió permiso para hacerle unas preguntas al niño. La maestra acepto y la niñita preguntó:
NIÑITA: Tommy, ¿ves ese árbol allá fuera?
TOMMY: Si.
NIÑITA: Tommy, ¿ves la grama afuera?
TOMMY: Siiiiiiiiiiiiii... (Cansado de todas esas preguntas)
NIÑITA: ¿Ves el cielo?
TOMMY: Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii...........
NIÑITA: Tommy, ¿ves a la maestra?
TOMMY: Si...
NIÑITA: ¿Ves su cerebro?
TOMMY: No.
NIÑITA: Entonces, según lo que hemos aprendido hoy con la maestra, ¡ella no tiene cerebro!
(desconosco el autor)
"PORQUE POR FE ANDAMOS, NO POR VISTA" ( 2 Corintios 5:7)
Así que si crees que hay un Dios, envía esto a todos los que conozcas...
"Te amo tal como eres, antes de que me pidas perdón, yo ya te he perdonado. Yo soy la luz, quien me siga nunca estará en tinieblas. Te amo". Jesucristo
POR FAVOR NO MANTENGAS ESTE MENSAJE PARA TI SÓLO, pues estoy seguro que alguien lo necesita...

LA VIDA DÍA A DÍA


La verdadera ciencia de la vida consiste en aprovechar al máximo el día presente, el día de hoy, olvidando el pasado y dejando en paz el futuro.
Hay personas que cargan sobre sus débiles hombros tres sacos a la vez: un saco pequeño, fácil de llevar: es el saco de penas, trabajos y alegrías de un solo día, el día de hoy. Un segundo saco pesado, abrumador: el del pasado: son esas gentes que vuelven y vuelven a recordar las penas pasadas, los fracasos que tuvieron, las heridas que sufrieron. Se empeñan en rascar las heridas, y así, siempre están sangrando y nunca se curan. Y todavía se empeñan en llevar un tercer saco muy pesado: el del futuro. Son los que miran al mañana con miedo, esperando siempre lo peor.
Llevar hoy la carga de mañana, unida a la de ayer, hace vacilar y tambalearse al más fuerte; pero nadie nos manda vivir así. Nadie nos manda llevar al mismo tiempo los tres sacos.
El Señor de la vida hizo las cosas más sencillas, y nos dijo: "Bástale a cada día su afán". Él creó el día para trabajar, luchar y esforzarnos; y creó la noche para dormir, descansar y olvidar. Así en realidad la vida consta de un solo día. Cada noche podríamos decir que nos morimos por una horas cuando dormimos, para resucitar nuevamente al despertar por la mañana.
¿Por qué no vivir un solo día por vez? El pasado ya pasó, no volverá; déjalo en paz. Si puedo sacar de mi pasado alguna buena lección, está bien, la saco; pero, si no, lo dejo, lo olvido. Nada gano recordando mis problemas y amarguras de ayer. El futuro, por otra parte, aún no llega, no se si llegará, ¿por qué me preocupo?
Lo único que tengo, lo único de lo que soy dueño es de este día de hoy; por tanto lo voy a vivir y disfrutar como si fuera el único día que voy a tener. Un día es una vida entera en miniatura. Tenía razón aquel poeta cuando decía: “Mira a este día, porque es la vida, la mismísima vida de la vida. En su breve curso están todas las verdades y realidades de tu existencia: la bendición del desarrollo, la gloria de la acción, el esplendor de las realizaciones. Porque el ayer es sólo un sueño y el mañana sólo una visión. Pero el hoy bien vivido hace de todo ayer un sueño de felicidad y de cada mañana una visión de esperanza; mira, pues, bien a este día.”
Ante una ardua tarea solemos pensar en toda la vida. ¿Por qué no conformarnos con llevar nuestra carga de un día?. Todo mundo puede soportar su carga, por pesada que sea, hasta la noche; todo el mundo puede realizar su trabajo, por duro que sea, durante un día. Todos pueden vivir pacientemente, de modo amable y sano hasta que el sol se ponga, y esto es realmente lo que la vida significa.
Tengo un día de vida y nada más. Con él puedo hacer maravillas o destruirlo. Lo que no puedo es vivir una semana, un mes, un año a la vez. Se vive HOY.
Padre Mariano de Blas, L.C.

Reflexión Espiritual

Reflexión Espiritual